¿Sería más fácil tomar decisiones si no te importara nadie ni nada?
No tengo respuesta a esa pregunta porque a mí sí me importa.
Me importa la gente.
Me importa el por qué.
Me importa el qué y el dónde.
Y creo que todo eso me complica porque me duele y pienso no sólo en lo que me pasa, en lo que siento, en lo que me puede pasar a mí o en lo que puedo sentir, sino también en lo que les pueda pasar o puedan sentir los demás, a los que me rodean y están cerca o más o menos cerca, pero me importan.
En fin, un dilema.
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