lunes, octubre 08, 2007

Correcaminos


Últimamente parezco correcaminos y lo que me queda. Llevo sin parar unos meses y no parece que, próximamente pueda hacerlo.

Tengo mucho trabajo, fuera de él estoy metida en otras historias que también van a comer bastante de mi tiempo. Y el baloncesto de mi adolescente favorito va a ocupar parte del fin de semana. Y no es una queja, es que me gusta.

Me gusta verle como entrenador (es su primer año de primer entrenador) y me gusta verle jugar.

Me gusta ver como trata a "sus niñas" y me gusta ver como "sus niñas" le escuchan, le atienden, se ponen serías y se ríen y juegan con él.

Lo llevo comprobando dos fines de semana y me gusta. ¡qué le voy a hacer!

Todavía no ha empezado sus partidos como jugador, lo hace este domingo y está muy ilusionado porque vuelve a jugar con compañeros/amigos de hace dos años con los que formaba un buen equipo. A ver qué tal le va.

Su módulo, empezando, va a hacer un mes. Dice que bien pero... (no me fío un pelo)

El viernes pasado estuve en un "acto" en el sitio donde trabajo. Es anecdótico ver como cuando te vistes y te pintas un poco, te miran. Me da la risa. No puedo reírme abiertamente pero ver cómo suben y bajan algunas miradas y que luego te digan: "¡vaya, me gusta tu vestido!", sobre todo de compañeras porque los compañeros no terminan con esa frase, me hace reír. Y no es porque lo diga yo, es que a veces de donde no hay no se puede sacar por muchos colores que te pongas o mucho que te ciñas.

Hoy estoy positiva. jeje.

Y ¿qué es lo que pasa? pues que como tampoco me visto de gala, ni me pinto mucho, el día que una se "pinta un ojo" (como dice una amiga) va y destaca y eso que la edad, es la edad.

Bien María, deja de ponerte flores ya, que ya has tenido tu ratito.