martes, noviembre 07, 2017

Mi perrito


Mi perrito es muy listo, en realidad no es mío, es de mi hijo, por lo menos los papeles están a su nombre, pero como si lo fuera. A mi me pide la comida y el agua, a mi hijo, que le mima más y le consiente más, le pide salir. Eso sí, si no está en casa, va directamente a buscarme para que le saque, cosa que no hace si está él.

La verdad es que se porta bien. Cuando le trajimos a casa, en abril de 2014, tenía cinco meses y era un trasto; que se lo digan a alguno de mis muebles, a sus juguetes y a sus camas que ha habido que ir renovando. Poco a poco ha ido aprendiendo, se ha hecho mayor pero sigue siendo igual de guapo, porque lo es.

Y eso que me intenta vacilar. Sabe que no tiene que subirse al sillón y si no le pongo barreras por la noche, en cuanto me duermo allí va y en cuanto oye que me despierto, yo le oigo bajar. Y, ahí me tiene, poniendo cojines o sillas o la mesa delante del sofá para que no se suba porque, aunque sólo duerme, no hace nada más, sí que deja pelitos... que con este tiempo no va a acabar de cambiarlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué gracioso!