Y mientras....

Disfruta, ríe, baila, camina, haz ejercicio, mira al cielo y a la tierra, abraza a un árbol que dicen que da energía (aún no lo he hecho),... aprovecha los momentos.

¡Qué fácil!

Luego te encierras, no sales, te pegas a la tele o te enchufas la play o te embobas con una serie de esas plataformas que no tienen publicidad y con las que se te pasan las horas sin moverte del sofá porque encadenas una tras otra.

Y encima... ni vas al gimnasio porque estás apática o apático y ni te mueves, ni sales, salvo lo estrictamente necesario y porque no tienes más remedio...

Malo, muy malo y lo sabes, pero lo haces.

Este es mi momento, un momento que tengo que volver a romper en pedacitos y pronto. Es más difícil salir de ahí, que entrar, pero lo voy a hacer ya, ni quiero ni me dejo estar ahí mucho tiempo.

Es como una montaña rusa, un voy y vengo interior motivado por bastantes cosas,... que pasan y pasarán. Se supone que sólo es cuestión de tiempo.

¿A ti no te pasa?

Hola ¿qué tal?

¿Es una frase hecha o de verdad preguntamos?

Siempre surge la duda y ¿que hacemos? ¿contamos o contestamos con un "bien" genérico y sin contenido?

De todo podemos encontrar y depende del momento. A veces no te importa escuchar y otras quieres contar, pero también ocurre al revés que no quieras ni una cosa, ni la otra.

No siempre es fácil encontrar a quién te escuche o a quién te cuente y no siempre estas dispuesto a escuchar o a contar.

¿Quién sabe de qué depende? ¿de la confianza? ¿de la persona? ¿del momento? ¿del estado anímico del que escucha? ¿del que cuenta? ¿de los dos? ¿de lo que recibes? ¿de lo que das?

Si quieres escuchar y nadie te cuenta... lee

Y si quieres contar y no encuentras a quién... escribe, aunque nadie lo lea.

 

Vértigo

Si te acercas al borde seguramente sientas vértigo.

No sabes lo que hay después, ni cómo te vas a sentir y puedes sentir miedo ante ese desconocimiento o ante lo que crees que te vas a encontrar.

 

En la vida se presentan situaciones que te hacen tomar decisiones más o menos rápidas sin pensar o incluso pensadas, pero que te llevan a ese borde, a un límite que te hace dudar sobre ellas y sobre si eres capaz de poder llevarlas a cabo o resolverlas bien.

Vértigo igual. Es el borde, el límite al que llegas y al que enfrentarse.

Y mientras... sigue el cansancio dentro de las rutinas, pero todo puede cambiar.

Difícil. ¿Te arriesgas?

Dentro de las rutinas

Cuánto tiempo sin escribir. Mucho tiempo, muchas cosas, muchos cambios dentro de las mismas rutinas... Cansancio, un cansancio que no se quita. No es fácil, agobia, y, a veces, dan ganas de salir, desconectar, descansar. Normal ¿no?, lo que deberíamos hacer todos alguna vez.

El caso es que parece que tampoco puedo. Cuando lo intento, algo surge, siempre surge algo y aquí sigo, aguantando el tirón.

 

La decisión es mía. Debería poder decidir irme y salir, que lo necesito. 

Venga vamos, sal!

A ver si lo consigues.