Rodando y sin parar, gira y se mueve la vida.
Todo cambia, no hay respiro, cuando algo va, lo otro viene.
Y la confusión y las dudas sobre si va a ir bien o mal, a veces te invaden.
Hay que seguir y tratar de mejorar sin parar, dejando a un lado esas dudas e intentando que crezca la confianza.
Pensar en el cómo y sobre el qué, con un rumbo y una dirección.
Según vayan pasando los días, se irán viendo más cambios.
Según vayan pasando los meses, otra organización en esta casa que se irá quedando más vacía.