Ya estamos otra vez en Navidad.
Pasa el tiempo y no nos damos cuenta, queremos hacer miles de cosas, pero no llegamos a todo aunque lo importante es ir haciendo.
Hacer unas u otras, priorizando las urgentes, las importantes y teniendo muy en cuenta todas aquellas que, aparentemente no tienen mucha importancia, pero que pueden ser esos detalles que te ayudan y ayudan a los demás a estar ahí.
Falta tiempo en esta vida tan veloz que llevamos (o llevo yo).
No se puede dejar de trabajar y de realizar esas acciones vitales pero deberíamos buscar más tiempo para "vivir".
El "estres" tendría que estar fuera de lugar, pero yo lo tengo. Hay quien opina que no puedo vivir sin él y creo que tienen razón. Necesitamos del estrés "bueno" para empujarnos a hacer cosas, aunque a veces puede ser tanto que, en esos momentos, deja de serlo.
Cuando son muchas las cosas se acumulan, aparece el "problema" y es cuando hay que priorizar con cuidado y midiendo los tiempos para poder llegar.
Pero no es bueno parar. Hay que estar activ@s y buscar cosas que apetezcan y gusten hacer para mantener cuerpo y mente en un nivel adecuado de equilibrio.
Y en esta semana es cuando se empiezan a pensar los propósitos para el año nuevo que luego son difíciles de cumplir.
Quizá nos pongamos metas muy altas y no, el objetivo tiene que ser cercano, preciso y alcanzable, pues la única forma de llegar a las metas propuestas es ir paso a paso.
¡Feliz Navidad y año nuevo!